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En pleno centro de Santander y más concretamente en la calle Bonifaz 22 se encuentra el restaurante Los Raqueros. Establecimiento de nueva aparición en el panorama gastronómico de nuestra capital sorprende con una carta de siempre con un toque vanguardista.De decoración ciertamente minimalista predominando los blancos y lineas rectas permite al comensal centrarse en la comida sin excesos ornamentales. Nos recibe una barra cuidada pero a mi gusto demasiado pequeña que da paso al comedor, abierto el principal y cerrado emulando a un reservado el comedor del fondo. La mantelería de buen algodón y el menaje sobrio y moderno donde resaltan las copas de cristal notable.
Una vez sentados abrimos la carta y nos encontramos con un menú amplio y diverso. Mención especial al queso del divirin al horno con mermeladas caseras, la mollejas encebolladas o el lomo de atún rojo a la plancha. La cocina aprovecha los productos de la tierra y de temporada como las alcachofas confitadas o la ensalada de tomate de aquí. Respecto a los vinos nos descubren denominaciones olvidadas o desconocidas como D.O. Alacant, dignos caldos a precios mas dignos aun. En espumosos esta bien dotados de D.O. Cavas y algún champagne demasiado comercial. En los postres no podían fallar y no lo hacen, la torrija de sobao del Macho caramelizada o el helado de plátano son de nota alta. La opción de sobremesa y copa se queda a mi entender demasiado corta, no encontrando destilados de calidad suficientes.
No quería olvidar citar el menú de nueva implantación al medio día, en el que por 20 euros te ofrecen platos de la carta con bodega variada y que realmente merece la pena.
Simplemente felicitar a los responsables Jesús y Bernardo por tan agradable y sincero restaurante.
Hace cosa de unos meses acudí a este restaurante, tras la recomendación que Chef Fernando me hizo del mismo. En concreto fuimos a cenar varios compañeros de trabajo, como paso previo a una típica noche de copas y Runner.
ResponderEliminarEn lo referente a la cocina tuve la sensación, como también indica Fernando, de que la calidad y variedad de los platos se encontraba muy acorde al precio solicitado por los mismos. Tras concluir la cena, todo el grupo coincidió en que la comida había sido excelente.
Por lo que se refiere al trato dispensado, he de decir que fue muy correcto, asesorándonos tanto a la hora de seleccionar los platos principales como los combinados de despedida. Estoy seguro de que para la próxima ocasión, que la habrá, tendrán disponible una botella de Black Label.
El único punto negativo fue que dado el número de personas y el poco espacio disponible en la mesa que nos habían asignado, uno de los comensales tuvo que cenar sentado en un taburete de cocina, poco apropiado para tal fin. Considero que es un fallo importante y creo que también ellos los gerentes lo han entendido así suprimiendo este caballete de tortura de su mobiliario habitual.
Un gran restaurante en el centro de Santander.
El pasado sábado hemos vuelto a disfrutar de una agradable cena, en este restaurante santanderino.
ResponderEliminarVeo con agrado como su cocina se va consolidando y les es reconocido tanto por los clientes que llenaban el local, como por las autoridades al concederles la Q de calidad turística. Enhorabuena por ambos logros.
Buena comida, buenos caldos y buen servicio. Buen restaurante.
Por si D.Bernardo o D.Jesús tuvieran como lectura frecuente este blog (cosa que deberían), les recomendaría que dieran un paso más y desarrollarán una página web a la altura del restaurante. En los tiempos que corren, veo fundamental estar presente en internet y ofrecer una buena imagen y unos buenos contenidos, a través de ese gran escaparate.