No creemos que la Guía Michelín se ponga a temblar con nuestro particular ranking de restaurantes, pero también es seguro que nuestra opinión no estará tan condicionada.
Les presentamos nuestro dietario de aquellos restaurantes que un día merecieron la pena o quizá dejaron de hacerlo.

viernes, 20 de mayo de 2011

Restaurante El Serbal

Ubicación: Santander, Andrés del Río, 7
Teléfono:    942 22 25 15


Hace diez años comenzó, como una pequeña sorpresa, lo que hoy se ha convertido en tradición, una cena íntima para celebrar el aniversario de boda, en alguno de los restaurantes de Cantabria que en ese momento se encuentren en el candelero.

En aquel primer aniversario, tras una muy buena recomendación, acudimos a un restaurante que llevaba abierto algo más de un año en Santander y del que comenzaba a oirse hablar realmente bien. De aquella cena recuerdo una atención exquisita, a la que no se estaba acostumbrado en la hostelería de Santander, y un plato de codornices asadas que despertó mi devoción por este ave. Desde entonces "El Serbal" se ha convertido en santo y seña de la renovación hostelera de Santander, obteniendo la estrella michelín en 2002.

Una década más tarde, hemos vuelto al restaurante para celebrar de nuevo nuestro aniversario. El local ha sido reformado en este tiempo, es ahora más luminoso y abierto, con suficiente separación entre mesas. Nos acomodaron en una mesa apartada, colocada al lado de la bodega que ofrecía la suficiente intimidad (ver foto).

La atención del maitre y del sumiller es muy correcta, atentos sin llegar al agobio y ofreciendo sus recomendaciones cuando se lo solicitas. La mesa estuvo atendida por dos camareras simultaneamente, algo atropelladas, me pareció un detalle que tienen que cuidar, ya que en estas cenas te tomas tu tiempo degustando cada plato, comentándolo y compartiédolo y lo último que deseas es que intenten quitarte el plato de la mesa cuando aún te falta la mitad para acabarlo.


Tras ser advertidos por el maitre de que el menú degustación, aunque seleccionado con platos ligeros, quizás resultaba algo excesivo para una cena, comenzamos a bucear en la carta, claramente enfocada hacia los productos de temporada y la cocina de mercado. Escogimos uno de los entrantes (Bogavante con crema de apio) y el segundo fué recomendado (Guisantes de Maoño guisados con jamón y langostinos), nos hablaros también de la buena aceptación del Huevo Poché que no nos decidimos a probar. Servidos en medias raciones y muy bien presentados, me encantaron los guisantes, tras ver el resultado debimos dejar que nos recomendaran los dos entrantes. Para los segundo platos escogimos una degustación de tres bacalaos (al pil-pil, ajoarriero y Club Ranero), muy bien cocinados aunque el Club Ranero y el pil-pil son demasiado semejantes y un Steak tar tar, preparado in-situ sobre una cuna de hielo, que me resultó delicioso.

Tras retirarse el maitre apareció el sumiller, un tipo bastante gracioso, que te ofrece visitar la bodega para escoger el vino y al que le dejamos la tarea de escoger un champán para celebrar la ocasión, nos sirvieron un "Gosset Excellence Brut", que como su nombre indica es excelente y marida a la perfección con la cena que nos sirvieron, con toda seguridad este champán se me ha quedado grabado en la memoria. De la carta de vinos destacaría su gran variedad internacional y el apartado dedicado a blancos alemanes.

Durante la cena no falta el aperitivo cortesía de la casa, la degustación de aceites, la carta de aguas y de panes, el sorprendente sorbete (realizado con guisantes) entre entrantes y segundos platos, con lo que dos horas más tarde llegas al final de la cena sin un hueco en el estómago, por ello en esta ocasión no probamos ningún postre, de todas formas, con el café, no pierden la ocasión de obsequiarte con unos bombones que sacian algo la necesidad de dulce.

El precio, adecuado a la calidad, unos 45 € por persona más la bebida.

En definitiva, un gran restaurante donde la calidad de la cocina es incuestionable y el trato dispensado hace que sea un lugar idoneo para celebraciones. Un único apunte, deberían cuidar la calidad del servicio de camareras, algo desacorde con la categoría del restaurante.

1 comentario:

  1. Fantástica reseña Raúl, estoy deseando encontrar una ocasión que celebrar y echarle el diente a esos guisantes. El champagne que mencionas no lo he probado aún, pero también buscaré el modo de solucionarlo!!!

    Dentro de otros diez años tienes una cita con este blog, para darnos cuenta de la evolución del Serbal. Un abrazo.

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