Ubicación: Santander, Bajada del caleruco, 73
Teléfono: 942 32 16 48
Hoy haremos una pequeña reseña de uno de los últimos locales emergidos en la hostelería de la capital cántabra. El establecimmiento en cuestión es Santander Veinte, que aprovecha el nombre de la autovía que pasa a su lado, la S-20.
Teléfono: 942 32 16 48

Situado en lo que otrora fue La Gitana, nos encontramos con un negocio que va un paso más adelante del típico restaurante. Está enfocado a aprovechar todas las fases del día; desde las típicas rabas cántabras con su vermuth o blanco, pasando por las comidas, las cañas y copas de la tarde hasta las cenas y combinados de la noche.
El local posee dos terrazas; una cubierta en su totalidad y otra semicubierta, además de un par de mesas cerca de la barra.

En lo que a sus cartas se refiere, podemos decir que aún no siendomuy extensas sobresalen de ellas algunos platos y vinos de calidad. En cuanto a la cartan destacan los arroces, el abanda en especial,así como la fondue de queso suizo y chorizo. De su carta de vinos sobresalen el Emina verdejo(D.O. Rueda) y los tintos Dominio del Bendito(D.O. Toro) y Ramón Bilbao Edición Limmitada(D.O.Rioja).
En Santander Veinte también podemos degustar combinados bien preparados con bebidas premium que tan de moda están ahora.
En definitiva, Santander Veinte es un lugar muy recomendable para cualquier hora del día.
Totalmente de acuerdo con la reseña de Roberto. Se trata de un restaurante que, por lo menos, aporta algo diferente al resto de la oferta en la ciudad. Creo que este verano costará trabajo encontrar mesa para cenar allí.
ResponderEliminarEl unico pero que le pondría al restaurante es el servicio del mismo, que se encuentra muy lejos de considerarse como minimamente profesional. Con el tiempo se aprende, digo yo.
Tras cenar ayer por la noche en este restaurante, me gustaría apuntar tres matices a mi comentario anterior.
ResponderEliminarEl primer apunte es que de sabios es rectificar y el personal con el que cuentan en este momento, ha mejorado y mucho en cuanto a profesionalidad.
En segundo lugar, la comida dentro de la sencillez de los platos que ofrece, no defrauda y se encuentra ajustada en precio y cantidad.
Por último, no creo que vuelva a tomarme una copa allí. A pesar de que las preparan con gusto y esmero, no se justifica que por un Gin-Tonic de marca premium te cobren 9,50 €. Si eres el Master pase, si estas en una rotonda debajo de un puente te equivocas.